viernes, 20 de noviembre de 2015

WALTZ FOR DEBBY (Bill Evans 1961)


Imperdonable, después de 21 semanas colgando música aún no he hablado de él. Si de alguien soy fan y no puedo estar si escucharlo, es de Bill Evans. El tema lo tenía claro, lo que no sabía es que versión poner, de las que conozco en directo está una con Chuck Israels (el bajista que inauguró el Whisky Jazz de Madrid, esta historia la contaré en otra ocasión) https://youtu.be/dH3GSrCmzC8 o una con la cantante Monica Zetterlund junto a un jovencísimo Eddie Gómez https://youtu.be/8tp-nbchmHU, pero creo que es de recibo escuchar una de las versiones de las míticas sesiones en el Village Vanguard en 1961 junto a Scott LaFaro y Motian. El antes y el después del trío de Jazz.
Bill Evans estuvo por New York donde grabó su primer disco, pero al oírlo notó que le faltaba algo, aún no era lo que buscaba o buscaban. Se tomó un año sabático, si se puede llamar así, en realidad fue a trabajar duramente, a buscarse y volvió ya con su lenguaje perfeccionado, un Evans innovado, con sus voicings, este Evans que trabaja sin la nota del bajo, casi sin moverse del registro medio del piano, con su nueva manera de improvisar, con su Jazz modal. Os aseguro que LaFaro, durante este año, no estuvo parado (su progresión es espectacular).
En las manos de Evans se pueden oír sus influencias del clásico, Debussy o Messiaen y sus cantos de pájaros (escuchar https://youtu.be/Nv2GgV34qIg , de esto podría hablar bastante, pero hoy no es el caso).
Después de la muerte de Scott (accidente de coche 1961) se quedó muy hundido. La búsqueda de contrabajista fue evidente durante toda su carrera. Primero fue Israels, después Gómez que se mantuvo muchos años (del 64 al 68) y al final Marc Johnson (me he saltado un montón de ellos, la lista es muy larga, incluso estuvo, fugazmente, Garry Peakok, con el cual no congenió nada), con este último trío, junto al batería joe LaBarbera, encontró, para despedirse de este mundo, su felicidad musical,(el que quiera escucharlos en esta singular versión de My Romance https://youtu.be/aCO1Gd0jRto ,este día parece que se tomó a bien los consejos de productores que no tocase todo temas lentos (algún día os hablo de esto). Este trío que estuvo desde el 78 hasta su muerte en septiembre de 1980.
Bill no compuso demasiado (en comparación con otros), en realidad (yo pienso) en el Jazz la composición no es algo relevante, lo difícil es conseguir un buen sonido de grupo, plasmar tu sello propio y las improvisaciones. Quizá no firmó demasiadas composiciones, pero los standars que tocó estaban pasados por su tamiz, esta es su verdadera obra, su legado, los hizo suyos.
Lo extraordinario y la belleza de su música choca frontalmente con el horror de su vida personal, nunca dejo la adicción a la heroína. ¿Mereció la pena? Para aquel chico estudiante, deportista y feliz ¿Merecio la pena emprender esta carrera de desastre personal por hacer aquella fabulosa música? No sé si para él, pero para nosotros (egoístamente) SÍ.
Murió el 15 de septiembre de 1980 en el taxi que le llevaba al hospital, no fue una noticia muy relevante, en un New York que vieron por sus escenarios a Davis, Coltrane, Ellington, Luis Amstrong, Billy Holliday, Charlie Parker, Ornette Coleman, Art Blakey, Thelonius Monk, Dizzy Gillespie o Count Basie, por citar unos cuantos, Evans era un músico más que moría. No creo que se valorase en su justa medida su perdida, la gente no fue consciente de lo que desaparecía con el hombre - un músico más -.


Os dejo escuchando Waltz for Debby, una composición de Bill Evans que dedicó a su sobrina. 

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